La avena es un súper alimento que combinado con proteína se convierte en una comida perfecta: es un carbohidrato complejo que aporta energía sostenida por más tiempo y da una sensación de saciedad más prolongada, aporta glucógeno para tener más energía y mejor rendimiento durante el ejercicio y contiene vitaminas del complejo B, involucradas en el bienestar del sistema nervioso.
Si sientes que te cae pesada o no te gusta tanto la textura, puedes dejarla remojando desde la noche anterior en un poco de agua, retirar el agua al día siguiente y cocinarla con un poco más de agua o leche vegetal (almendras, coco, etc.). También queda buenísima con trocitos de banano y una cucharadita de mantequilla de maní o almendra.
La avena es uno de los alimentos más versátiles tanto en platos salados como dulces, sin embargo, una mala experiencia con avena podría hacer que la ubiques en la lista de alimentos que no te gusten, para evitarlo te comparto una forma que me ha funcionado y que me ha llevado a amarla:
Ingredientes:
- ⅓ taza de avena.
- ⅓ taza de leche (también puedes usar leche de almendras sin azúcar) y ¼ de taza de leche para servir.
- ⅓ taza de agua.
- ½ cucharada de azúcar de coco (o azúcar morena).
- ½ cucharada de mantequilla de almendras.
- Canela al gusto.
- Opcional: ½ manzana verde, pelada y en cubitos (o medio banano picado).
Instrucciones:
- En una olla pequeña calienta 1/3 de taza de leche de almendras y 1/3 taza de agua.
- Cuando hierva agrega 1/3 de taza de avena. Baja un poco el fuego y cocina hasta que se absorba el líquido y espese la mezcla.
- Mientras tanto, mezcla los cubos de manzana o banano con un poco de canela y cocínalos en el microondas por 2-3 minutos, o hasta que queden suaves.
- Agrega canela al gusto a la avena y una cucharada de azúcar de coco, azúcar morena o el endulzante de tu preferencia y revuelve.
- Agrega 1/4 de taza de leche para que quede más cremosa, revuelve y sirve.
- Puedes decorar con los cubitos de manzana (o con el banano) y 1/2 cucharada de mantequilla de almendras.